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El crowdfunding sigue siendo una forma relativamente nueva de financiación empresarial en Europa, aunque en Estados Unidos ya está mucho más consolidada. La idea fundamental es sorprendentemente sencilla: los fondos para un proyecto o la creación de una empresa se obtienen a través de numerosos pequeños inversores, sin que un banco u otra entidad institucional actúe como intermediario.

Existen diversas modalidades de crowdfunding, que se diferencian principalmente en la contraprestación que reciben los inversores. En algunos casos, los inversores se convierten en accionistas de la empresa; en otros, se les promete un rendimiento fijo por su inversión. A veces, la recompensa consiste en beneficios en especie, y en ocasiones se solicitan donaciones sin contraprestación directa.

Para las empresas, el crowdfunding representa una alternativa interesante a la financiación tradicional por varias razones. Los costes de financiación suelen ser más bajos y, a menudo, es posible financiar proyectos que los bancos rechazarían.

Un estudio reciente sobre las posibilidades de éxito

No todas las campañas de crowdfunding alcanzan sus objetivos. Normalmente, solo entre el 40 % y el 50 % de las campañas logran recaudar el importe previsto; el resto fracasa. Un estudio suizo reciente demuestra que, en la mayoría de los casos, el fracaso no es por poco margen: solo el 2 % de los proyectos fallidos alcanzan siquiera la mitad del objetivo, y más del 60 % no llegan ni al 5 %. Esto indica que muchos proyectos no logran convencer a casi ningún inversor.

Cabe destacar que la mayoría de los participantes no son inversores profesionales que evalúan los proyectos según criterios uniformes, sino pequeños inversores privados. En el estudio mencionado, la inversión media individual fue de tan solo 128 francos suizos. Este dato sugiere que el efecto manada, conocido también en los grandes mercados financieros, desempeña un papel relevante: si suficientes personas invierten al principio, otros tienden a seguirles. Por ello, es fundamental comenzar con buen pie.

La importancia de un buen comienzo

El estudio revela que el éxito de un proyecto de crowdfunding se decide, en gran medida, en los primeros días. Los proyectos exitosos recaudan, de media, un 10 % del importe total el primer día. Aproximadamente un tercio de estos proyectos ya está completamente financiado en los primeros diez días. Por el contrario, aquellos que no logran captar suficiente atención al inicio, difícilmente podrán atraer a más inversores posteriormente. Así, unos pocos inversores más o menos el primer día pueden determinar el éxito o el fracaso de la campaña.

Dado que la fase inicial es crucial, merece la pena analizar detenidamente el momento óptimo para lanzar un proyecto. Sería una lástima fracasar simplemente porque los inversores potenciales no están atentos en ese momento.

Un buen momento es crucial

El estudio muestra claramente que los fines de semana no son días adecuados para lanzar una campaña de crowdfunding. No solo es desventajoso iniciar un proyecto en sábado o domingo, sino también en fechas demasiado cercanas al fin de semana. Los días ideales para el lanzamiento son el lunes y el martes. Los proyectos exitosos que se inician en estos días logran, de media, más del 40 % del importe total en los primeros diez días.

Además, se observan diferencias significativas en el comportamiento de los inversores a lo largo del día. En los días laborables, muchas inversiones se realizan a primera hora, mientras que los domingos la mayoría de las inversiones se concentran en torno al mediodía. Por lo tanto, si inicia su proyecto demasiado tarde en el día, estará desaprovechando en gran medida el primer día, que es especialmente relevante para el éxito de la campaña.

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